sábado, 25 de julio de 2009

REFLEXIONES DE UN ACTOR III: "GRACIAS A LA VIDA" por Adrián Di Stefano


Mis dos primeras reflexiones fueron un canto de protesta. Hoy quiero buscarle el lado positivo y encontrar un camino. Una semana después sigo pensando y renuevo el escrito.

Primer análisis: tengo tiempo y el tiempo no me desespera.

Segunda inquietud: me tuve que esforzar para llegar al límite de mi razonamiento.

Tercera y esta vez alegría: puedo escribir, tengo memoria, recuerdos de añoranzas, sangre en las venas. Claridad en mi mirada, energía, voluntad y ganas de vida. Y un sinfín de sensaciones escondidas.

Se puede pedir más? Claro que sí! Y a pedir voy a quien me dio la vida: Quiero tener salud, mi familia unida. Quiero vivir en paz sin alimentar mi herida. Quiero poder soñar, para evitar la huida. Quiero saber que voy con la verdad bien entendida.

Después de un tiempo, aquí retomé el escrito. Habían pasado días, meses, años. Todo era igual! Pasaje despoblado de esperanzas, hombres y mujeres sin rumbo, con la mirada perdida. Solo un matiz había cambiado. Cuando antes había indiferencia, ahora era inquietud y desconfianza. La palabra era un escrito, la caricia un tesoro olvidado y por allá perdido.

Qué había pasado en ese entonces? Nadie me supo responder. Sólo un absurdo redoblar de carcajadas sin sentido para ocultar un llanto en soledad desgarrado e impotente de no poder compartir lo inexplicable y mal habido.

Llegué al final del día, agotado y sin aliento. Me había despertado pensando que podía y cerrado el ciclo con cansancio físico y un extenuado espíritu que pugnaba por volar en libertad en busca del paraíso prometido y merecido. Y de pronto, encontré la luz. Se iluminó mi mirar y grité de satisfacción y algarabía. Sin darme cuenta en el paraíso estaba.

No había otro en vida. Y era mi lugar. El de mis sueños, alguien diría. El que me vio nacer y un día me despediría. El del trayecto pendular de la tristeza y la sabiduría. El del ver parir y llorar la partida. Nada más y mucho más. Y allí quería y quiero estar.

Aquí poder alzar mi voz sin postergar, luchar por aprender, para poder lograr lo que el saber me da. Mercedes, la Sosa diría: “Gracias a la Vida!”.

Publicado por Adrián Di Stefano
©Buenos Aires, Argentina
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1 comentario:

Blog Cantinho de emioções dijo...

Gesto muito bonito meu amigo Alberto para a nossa poeta que deixa uma academia aqui e vai formar outra no etéreo. Gracias mi amigo