miércoles, 15 de julio de 2009

REFLEXIONES DE UN ACTOR II (LA MATAHOMOIDIÓTICA) por Adrián Di Stefano

("La muerte en Lovaina", pintura s/madera S.XVI)

Cuando se haya terminado la difusión de la pesadilla de la Gripe "A", la misma no se habrá acabado. Seguirá entre nosotros carcomiendo las estructuras básicas de nuestra comunidad llevándose anticipadamente algunas criaturas indefensas que ya no serán objeto de estadísticas sino meros números aislados que se sumarán a los muchos otros que también sin justificación anunciada interrumpan su paso por la vida sin la notoriedad que de pronto concita algún interés comercial de quien lo estimula.
Y así la famosa gripe de hoy como lo fue el dengue de ayer, o los accidentes de tránsito, o la gripe de algún otro animal afortunado con la fama, o lo que fuere, quedará en el recuerdo nefasto de quienes sufrieron alguna pérdida humana o lejos en los considerandos, económicas o laborales, como un arrebato más, injustificado e innecesario, que se habría podido evitar, del cual nadie saldrá siendo responsable y que por supuesto, se sabe, se repetirá.
Y entonces surge la inevitable reflexión: se podrá esto anticipar? Se podrá estar preparado para no sufrirlo nunca más? Decididamente, no! La pérfida imaginación de los poderosos de turno todo lo pueden. Su estudio de mercado es tan perfecto que nos obliga a reconocer que una nueva ciencia se metió entre nosotros como la peor de las plagas y es casi tan exacta como las mejores. Y a cuyo nombre nos deberemos acostumbrar: "MATAHOMOIDIÓTICA".
Como se ve, usa casi todas las sílabas de las Matemáticas, pero tiene su raiz vaya a saber si en el griego o el latín: "Mata hombres idiotas".
Y en ese género entramos todos. No distingue sexo ni nacionalidad. Somos miles de millones sin discriminación de ningún tipo. Casi como los ideales integrantes de una sociedad que solo limita su acceso a quienes la provocan. Ellos, los "poderosos de turno", no entran. Son parte de una casta superior que tiene reservado inclusive su sitio en el cielo como propio. Al menos eso creen! Será así? Edipo Rey, diría: "Que nadie llame dichoso a quien todavía tiene que morir, sin saber si ha vivido algo tan doloroso y tan espantoso, como lo que acabais de ver".
Publicado por Adrián Di Stefano
© Buenos Aires, Argentina
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