Hace 15 años, Ignacio Varchausky se propuso recuperar y digitalizar la obra discográfica de Ignacio Corsini. Tiempo después y ya desarrollada la estructura de Tango Vía Buenos Aires, se propuso algo mucho más ambicioso: crear el Archivo Digital del Tango. Una tarea faraónica en un país en el que la historia se pierde con facilidad. Salvar todas las grabaciones de tango realizadas desde 1907, hoy en peligro, digitalizándolas, es el proyecto genial que este músico y productor argentino lanzará este miércoles en Buenos Aires.
"Es ahora o nunca. Hay cosas que ya se perdieron para siempre. Sabemos que hay por lo menos 3.000 grabaciones que figuran en catálogos, que no existen más en ningún formato", alerta Varchausky, 32 años, quien ya dejó de contar cuántos roles acumula. Contrabajista, fundador del grupo 'El Arranque', productor, creador de una Orquesta-escuela que recibe a jóvenes de todo el mundo, director de la Asociación Tango Vía Buenos Aires, Varchausky lanza ahora su proyecto más ambicioso.
Para su proyecto, Varchausky partió de constatar una realidad: sólo el 20% de las grabaciones de tango existentes está disponible en las tiendas de discos, muchas veces en discos compactos de mala calidad. Las 80.000 restantes están en manos de ancianos coleccionistas anónimos esparcidos por el mundo (Argentina, Uruguay, Japón, Colombia, Estados Unidos, muchos países europeos, etc). "Estas colecciones son únicas: cuando las personas que las tienen se mueren, el material termina en la basura o se les pierde el rastro", se lamenta este apasionado del tango. Si los coleccionistas se transformaron en "los verdaderos héroes de esta historia", es porque las grandes empresas grabadoras destruyeron todas las matrices en los años 60, en el marco de una política sistemática destinada a hacer tabla rasa para reemplazar el tango por el rock y el pop.
Desde hace tres años, Varchausky y su equipo vienen preparando el terreno, al digitalizar 6.000 de las 100.000 grabaciones existentes. Este miércoles, cuando se lance el proyecto, el músico presentará seis discografías completas de ayer y de hoy. Pero falta el financiamiento: cerca de un millón de dólares son necesarios para digitalizar en cinco años las grabaciones restantes.
El músico comenzó a frecuentar a los coleccionistas del tango cuando era adolescente y se dio cuenta que sólo ellos tenían todo. Su padre le había regalado, como una broma a un joven fanático del rock, un disco de Ignacio Corsini, un grande del tango de los años 20 y 30. "Me enamoré de esa cinta y empecé a buscar otras grabaciones de él", recuerda. "Los verdaderos héroes son los coleccionistas". Es a través de ellos como se preserva el material. Buena parte del trabajo que hicimos en estos tres años fue investigar, indagar y llegar a conclusiones estadísticas de todo tipo para saber por dónde empezar y de qué estábamos hablando. Es decir: ¿cuántas grabaciones deberían existir?; de ellas, ¿cuántas todavía existen?, ¿cuántas se perdieron para siempre?, ¿en qué formato están?, ¿quiénes las tienen?, y, después, armar ese mapa que es la discografía."
Para entusiasmar al Estado, al gobierno de la ciudad, a las universidades, a las empresas y a las instituciones internacionales a que ayuden a salvar este patrimonio mundial, Varchausky quiere conmover. "Vamos a hacer en la presentación una comparación de audios. Mostrar cómo suena un disco de antiguos en una edición de CD que comprás en la esquina y cómo debería sonar el disco original correctamente transcripto", explica". Los participantes tendrán luego un anticipo de la verdadera base de datos en construcción. Podrán consultar en cuatro ordenadores el material ya digitalizado, "que incluye algunas perlas, rarezas nunca antes publicadas", promete, sin dar más detalles.
El proyecto surgió tres años atrás con un arduo trabajo. El tango cuenta con más de 100 mil grabaciones en formato analógico, y de ellas sólo un 20% llegó a lanzarse en CD. Además, un 3% del material está desaparecido. “Aspiramos a que a partir de la presentación generemos conciencia para que nos ayuden. Con los recursos necesarios, la iniciativa se completa en cuatro o cinco años, pero sin ellos se hará en veinte años”, contó Varchausky.
La etapa piloto de la iniciativa de la fundación TangoVia Buenos Aires se presentará en la Alianza Francesa. Allí se demostrará el proceso de digitalización, del cual Varchausky destacó que “no es sencillo. En cada caso hay que establecer qué tipo de púa se usa, elegir la velocidad y muchas otras cuestiones técnicas”.
"Lo que pretendemos -cuenta Varchausky- es digitalizar la totalidad del patrimonio cultural del tango. En este momento, las grabaciones son el material prioritario, porque entendemos que son las que dan origen al resto del material. Ya hicimos un trabajo importante en la recuperación de partituras, como el libro que se dio a conocer en estos días con los arreglos de Horacio Salgán, que editamos a través de la Biblioteca Nacional."
El trabajo cuida hasta el último detalle: "Digitalizamos, artista por artista, la discografía completa desde el primer disco hasta el último, además de una cantidad enorme de material complementario, grabaciones no comerciales, presentaciones radiales, tomas descartadas, material audiovisual, fotografías, revistas de época, entrevistas, partituras. Las grabaciones son lo que hoy nos ocupa principalmente porque son el centro de todo ese universo, pero también porque es lo que está más en peligro, por una cuestión de formato y antigüedad".
Explicado muy brevemente, el proceso para digitalizar las grabaciones comienza con la limpieza del disco y sigue con la elección de la púa (que es un universo muy amplio). Después hay que ver qué curva de ecualización se le aplica según la época y el sello en el que se grabó, con qué conversor se pasa la información de analógico a digital. "Cuando se suman todas las instancias y se comparan los audios, lo que se produce es la diferencia entre escuchar con los oídos tapados o hacerlo con los oídos destapados. Son muchos pasos, por lo que el margen de error es más grande", asegura Varchausky.
En cuanto al destino del archivo, Varchausky afirma que el proyecto enfrenta distintos problemas. Uno es la preservación. Otro, la difusión del material. Inicialmente, las consultas podrán hacerse luego de solicitar cita, ya que el espacio con que cuenta la asociación es limitado. Y no se harán copias de los archivos sonoros.
El archivo digital ya cuenta con las discografías completas de Horacio Salgán, Alfredo Gobi, Ástor Piazzolla, Aníbal Troilo, Ignacio Corsini, con mucho material inédito en CD. "Cuando digo completa es con todo, incluso con grabaciones hechas en Japón, recitales, apariciones en televisión, cosas que nunca llegaron ni a vinilo ni a cassettte ni a CD", cuenta Varchausky, que insiste en que el objetivo central de Tango Vía es recuperar esas 80.000 grabaciones que, si no se recuperan ahora, se perderán para siempre.
Pero lo que pide es poder solventar la tarea que resta, sobre todo porque cuando se habla del paso del tiempo, se habla también de la alta posibilidad de perder a quienes preservaron el material. "Cuando fallece un coleccionista no hay muchos destinos posibles para el material: uno es que lo compre un coleccionista japonés, que da garantías de cuidado; otra, que lo compren varios coleccionistas en el mundo y se disperse el material; también puede terminar en el parque Rivadavia, pero también se corre el riesgo de que termine en la basura."
Varchausky asegura que la buena noticia es que se está a tiempo de lograr la preservación: "En un contexto distinto, estaríamos hablando de cómo preservar los originales. Eso es inviable en este país, por una cuestión cultural y porque no tenemos una estructura que pueda contenerlo. Por eso nuestra obsesión es al menos tener un archivo digital para que esa música vuelva a vivir y no se pierda para siempre. En Tango Vía entendemos que el tango es un arte dentro de la historia del arte. Lo entendemos como una expresión sofisticada, elegante, elaborada y propia, nada menos que propia. Sabemos que el tango tiene de todo, cosas mediocres, cosas que dan vergüenza, pero detrás de eso, que es quizás el estereotipo más difundido, hay un arte musical muy sofisticado, muy importante, que hace que el mundo nos admire".
"Es ahora o nunca. Hay cosas que ya se perdieron para siempre. Sabemos que hay por lo menos 3.000 grabaciones que figuran en catálogos, que no existen más en ningún formato", alerta Varchausky, 32 años, quien ya dejó de contar cuántos roles acumula. Contrabajista, fundador del grupo 'El Arranque', productor, creador de una Orquesta-escuela que recibe a jóvenes de todo el mundo, director de la Asociación Tango Vía Buenos Aires, Varchausky lanza ahora su proyecto más ambicioso.
Para su proyecto, Varchausky partió de constatar una realidad: sólo el 20% de las grabaciones de tango existentes está disponible en las tiendas de discos, muchas veces en discos compactos de mala calidad. Las 80.000 restantes están en manos de ancianos coleccionistas anónimos esparcidos por el mundo (Argentina, Uruguay, Japón, Colombia, Estados Unidos, muchos países europeos, etc). "Estas colecciones son únicas: cuando las personas que las tienen se mueren, el material termina en la basura o se les pierde el rastro", se lamenta este apasionado del tango. Si los coleccionistas se transformaron en "los verdaderos héroes de esta historia", es porque las grandes empresas grabadoras destruyeron todas las matrices en los años 60, en el marco de una política sistemática destinada a hacer tabla rasa para reemplazar el tango por el rock y el pop.
Desde hace tres años, Varchausky y su equipo vienen preparando el terreno, al digitalizar 6.000 de las 100.000 grabaciones existentes. Este miércoles, cuando se lance el proyecto, el músico presentará seis discografías completas de ayer y de hoy. Pero falta el financiamiento: cerca de un millón de dólares son necesarios para digitalizar en cinco años las grabaciones restantes.
El músico comenzó a frecuentar a los coleccionistas del tango cuando era adolescente y se dio cuenta que sólo ellos tenían todo. Su padre le había regalado, como una broma a un joven fanático del rock, un disco de Ignacio Corsini, un grande del tango de los años 20 y 30. "Me enamoré de esa cinta y empecé a buscar otras grabaciones de él", recuerda. "Los verdaderos héroes son los coleccionistas". Es a través de ellos como se preserva el material. Buena parte del trabajo que hicimos en estos tres años fue investigar, indagar y llegar a conclusiones estadísticas de todo tipo para saber por dónde empezar y de qué estábamos hablando. Es decir: ¿cuántas grabaciones deberían existir?; de ellas, ¿cuántas todavía existen?, ¿cuántas se perdieron para siempre?, ¿en qué formato están?, ¿quiénes las tienen?, y, después, armar ese mapa que es la discografía."
Para entusiasmar al Estado, al gobierno de la ciudad, a las universidades, a las empresas y a las instituciones internacionales a que ayuden a salvar este patrimonio mundial, Varchausky quiere conmover. "Vamos a hacer en la presentación una comparación de audios. Mostrar cómo suena un disco de antiguos en una edición de CD que comprás en la esquina y cómo debería sonar el disco original correctamente transcripto", explica". Los participantes tendrán luego un anticipo de la verdadera base de datos en construcción. Podrán consultar en cuatro ordenadores el material ya digitalizado, "que incluye algunas perlas, rarezas nunca antes publicadas", promete, sin dar más detalles.
El proyecto surgió tres años atrás con un arduo trabajo. El tango cuenta con más de 100 mil grabaciones en formato analógico, y de ellas sólo un 20% llegó a lanzarse en CD. Además, un 3% del material está desaparecido. “Aspiramos a que a partir de la presentación generemos conciencia para que nos ayuden. Con los recursos necesarios, la iniciativa se completa en cuatro o cinco años, pero sin ellos se hará en veinte años”, contó Varchausky.
La etapa piloto de la iniciativa de la fundación TangoVia Buenos Aires se presentará en la Alianza Francesa. Allí se demostrará el proceso de digitalización, del cual Varchausky destacó que “no es sencillo. En cada caso hay que establecer qué tipo de púa se usa, elegir la velocidad y muchas otras cuestiones técnicas”.
"Lo que pretendemos -cuenta Varchausky- es digitalizar la totalidad del patrimonio cultural del tango. En este momento, las grabaciones son el material prioritario, porque entendemos que son las que dan origen al resto del material. Ya hicimos un trabajo importante en la recuperación de partituras, como el libro que se dio a conocer en estos días con los arreglos de Horacio Salgán, que editamos a través de la Biblioteca Nacional."
El trabajo cuida hasta el último detalle: "Digitalizamos, artista por artista, la discografía completa desde el primer disco hasta el último, además de una cantidad enorme de material complementario, grabaciones no comerciales, presentaciones radiales, tomas descartadas, material audiovisual, fotografías, revistas de época, entrevistas, partituras. Las grabaciones son lo que hoy nos ocupa principalmente porque son el centro de todo ese universo, pero también porque es lo que está más en peligro, por una cuestión de formato y antigüedad".
Explicado muy brevemente, el proceso para digitalizar las grabaciones comienza con la limpieza del disco y sigue con la elección de la púa (que es un universo muy amplio). Después hay que ver qué curva de ecualización se le aplica según la época y el sello en el que se grabó, con qué conversor se pasa la información de analógico a digital. "Cuando se suman todas las instancias y se comparan los audios, lo que se produce es la diferencia entre escuchar con los oídos tapados o hacerlo con los oídos destapados. Son muchos pasos, por lo que el margen de error es más grande", asegura Varchausky.
En cuanto al destino del archivo, Varchausky afirma que el proyecto enfrenta distintos problemas. Uno es la preservación. Otro, la difusión del material. Inicialmente, las consultas podrán hacerse luego de solicitar cita, ya que el espacio con que cuenta la asociación es limitado. Y no se harán copias de los archivos sonoros.
El archivo digital ya cuenta con las discografías completas de Horacio Salgán, Alfredo Gobi, Ástor Piazzolla, Aníbal Troilo, Ignacio Corsini, con mucho material inédito en CD. "Cuando digo completa es con todo, incluso con grabaciones hechas en Japón, recitales, apariciones en televisión, cosas que nunca llegaron ni a vinilo ni a cassettte ni a CD", cuenta Varchausky, que insiste en que el objetivo central de Tango Vía es recuperar esas 80.000 grabaciones que, si no se recuperan ahora, se perderán para siempre.
Pero lo que pide es poder solventar la tarea que resta, sobre todo porque cuando se habla del paso del tiempo, se habla también de la alta posibilidad de perder a quienes preservaron el material. "Cuando fallece un coleccionista no hay muchos destinos posibles para el material: uno es que lo compre un coleccionista japonés, que da garantías de cuidado; otra, que lo compren varios coleccionistas en el mundo y se disperse el material; también puede terminar en el parque Rivadavia, pero también se corre el riesgo de que termine en la basura."
Varchausky asegura que la buena noticia es que se está a tiempo de lograr la preservación: "En un contexto distinto, estaríamos hablando de cómo preservar los originales. Eso es inviable en este país, por una cuestión cultural y porque no tenemos una estructura que pueda contenerlo. Por eso nuestra obsesión es al menos tener un archivo digital para que esa música vuelva a vivir y no se pierda para siempre. En Tango Vía entendemos que el tango es un arte dentro de la historia del arte. Lo entendemos como una expresión sofisticada, elegante, elaborada y propia, nada menos que propia. Sabemos que el tango tiene de todo, cosas mediocres, cosas que dan vergüenza, pero detrás de eso, que es quizás el estereotipo más difundido, hay un arte musical muy sofisticado, muy importante, que hace que el mundo nos admire".
La Unesco podría dar un pequeño empujón adicional en septiembre si declara el tango, a petición de Argentina y Uruguay, Patrimonio Mundial de la Humanidad.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario