martes, 8 de septiembre de 2009

TE DEBO UNA SONRISA Y UN OSITO MARRON por Marta Milesi


Hace mucho tiempo que escribí sobre los chicos de la calle, cuando trabajaba cerca de la iglesia de la calle Paraguay y Libertad, donde están las madres con los hijos pequeños alargando su mano en busca de una limosna.

Hoy estamos en lo mismo, tal vez con más violencia, pero de la misma manera alargan las manos pidiendo la limosna, desde un niño hasta un pobre viejo.

Pero en estos momentos los más importante son los chicos pequeños, que piden una monedita y la gente se las da para aplacar la conciencia, pero ellos necesitan mucho más, necesitan una esperanza para continuar con sus pobres vidas que representan un futuro incierto.

Están los mas grandes que hacen firuletes en las avenidas para limpiar los parabrisas de los coches y ganarse una moneda. Ellos son los marginados de la sociedad, sin futuro, viviendo cada minuto como si fuese el último.

Tal vez, con el tiempo, la sociedad deje de darles una moneda y podrá regalarles una caja de ilusiones y la esperanza de un futuro mejor.

Publicado por © Marta Milesi
Buenos Aires, Argentina
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