miércoles, 10 de junio de 2009

ESPAÑA: Recreación de la Batalla de Talavera de la Reina



Cerca de 250 personas participarán en la recreación de la Batalla de Talavera. El próximo 28 de de junio Talavera de la Reina (Toledo, España), acogerá la recreación de la contienda dentro de los actos del Bicentenario de la Batalla, acto en el que se darán cita 250 recreadores, que escenificarán este acontecimiento histórico.

El concejal de Cultura y Festejos, Carlos Gil, en declaraciones a los medios, avanzó que las actividades se darán a conocer de forma oficial en una rueda de prensa, pero dijo que "ha habido que alquilar infraestructura para albergar a los participantes, que el sábado 27 de junio desfilarán con escaramuzas, pólvora y cañonazos hasta la recreación que será el domingo, con la participación de una banda de música de Francia y la presencia de ingleses, alemanes, polacos y voluntarios de la Asociación Napoleónica en España, todo ambientado en la época que se lleva de una forma muy estricta". Según Carlos Gil, "esta es una actividad nueva, para nosotros a tenor de los 300 kilos de pólvora que ha habido que adquirir, además de las guías de las armas que se utilizarán en este evento", concluyó.

La Batalla de Talavera tuvo lugar en las inmediaciones de la ciudad de Talavera de la Reina el 28 de julio de 1809 y enfrentó a los ejércitos aliados (Inglaterra y España) contra los ejércitos de Francia. Una vez expulsado el ejército de Soult de Portugal, Wellesley (futuro Duque de Wellington) acudió a petición de la Junta de Defensa española para colaborar en la lucha contra Francia, concretamente para ayudar a vencer al ejército del mariscal Víctor, concentrado en la ciudad de Mérida.

La reunión de Wellesley con Cuesta, para establecer un plan común de acción, no salió todo lo bien que ambos hubieran deseado, ya que entre ellos surgieron numerosas disputas y desacuerdos por la forma de llevar a cabo los movimientos.

Mientras tanto, Víctor trasladó a sus hombres hacia Talavera, donde el rey José Bonaparte, al mando de la mayor parte del ejército de Madrid, se dirigió en su auxilio y a quienes se unió también el general Sebastián, que observaba los movimientos del español Venegas por La Mancha. Pese a todo, Wellesley y Cuesta lograron alcanzar un mínimo acuerdo y el 20 de julio juntaron sus ejércitos en Oropesa, a unos 40 Km al oeste de Talavera.

El día 27 de julio, el ejército aliado ya estaba posicionado unos kilómetros al oeste del río Alberche. Las tropas francesas al mando de Víctor, sin esperar la llegada de José Bonaparte y Sebastiani, atravesaron el río Alberche a mediodía de ese mismo día 27 de julio, pillando desprevenida a una brigada inglesa con quienes se encontraba el propio Wellesley, en posición avanzada de observación. Éste estuvo a punto de ser hecho prisionero, salvándose en última instancia al poder subir a un caballo y huir a galope tras sus líneas.

En preparación del ataque inminente, el ejército aliado tomó posiciones entre el Tajo y el Cerro de Medellín, situándose esa noche los españoles a la derecha junto a la ciudad de Talavera, formando tres líneas y convirtiéndose en la parte más fuerte de la línea defensiva, y los ingleses a la izquierda, ocupando el cerro y situando en el centro de las líneas un refugio artillado. Justo en frente del cerro de Medellín se encuentra el cerro del Cascajal, que pronto se convertiría en el centro de la posición francesa, y separando ambas alturas se extiende un amplio valle de más de un kilómetro de anchura con un pequeño riachuelo, el arroyo de la Portiña, discurriendo por él.

Envalentonado por este primer escarceo y sin importarle lo avanzado de la noche, a las 22 horas, Víctor lanzó la división Ruffin al ataque contra las posiciones del Cerro de Medellín. El asalto por las empinadas pendientes se hizo a bayoneta calada contra la defensa dirigida por Hill, dominando la posición y expulsando a los ingleses de la altura.

Rehechas las líneas inglesas, contraatacaron de nuevo el cerro, reconquistándolo a los franceses. Por la parte francesa, el rey José Bonaparte y el general Jourdan preferían esperar la llegada de los refuerzos solicitados a Soult, quien se encontraba en camino desde Salamanca pero, instados por el general Víctor, comenzaron el ataque.

El asalto por sorpresa de los franceses se inició de madrugada sobre las posiciones inglesas situadas en el Cerro de Medellín, quienes aguantaron los ataques tras haber reforzado su flanco izquierdo con la caballería española del duque de Alburquerque y la 5ª división española de Bassecourt.

Visto el escaso éxito del ataque, José Bonaparte se reunió con Víctor, Sebastiani y Jourdan para decidir si retirarse o continuar. Tras una larga deliberación y después de saber que Soult no llegaría a Plasencia hasta los primeros días de agosto y que además Venegas avanzaba hacia Toledo y Aranjuez con el ejército de La Mancha, se optó por seguir el criterio de Víctor y continuar la batalla. Mientras tanto, Wellesley aprovechó este descanso para reforzar sus posiciones y pedir al general Cuesta cuatro piezas de artillería de mayor calibre que las suyas para sustituir algunas perdidas en la anterior refriega.

Hacia mediodía Jourdan ordenó bombardear el cerro con los cañones que se encontraban en la cercana colina del Cascajal, pero el pequeño calibre de éstos logró hacer poco daño en las filas inglesas. Es entonces cuando se ordenó el ataque simultáneo de la infantería francesa contra las posiciones defendidas por los británicos. Tras una agotadora lucha, sobre las 17 horas, el ejército francés fue repelido de sus posiciones dejando tras sí numerosas bajas (7.000 en el bando francés, más de 5.000 en el inglés y 1.200 en el español). Durante el resto de la tarde, y ante la tranquilidad de la situación, el ejército aliado se dedicó a restablecer sus líneas y a prepararse para pasar la noche y continuar batalla al día siguiente.

Al amanecer del 29 de julio, los aliados observaron sorprendidos que el ejército francés se había retirado dejándolos solos en el campo de batalla. A pesar de la victoria y desoyendo la opinión de Cuesta de atacar a los franceses replegados ahora en Cazalegas, Wellesley, en vista de la inminente llegada de Soult con su ejército y temeroso de verse cortado de su base de operaciones en Portugal, decidió una rápida retirada por Extremadura hacia la frontera, encargando a las tropas españolas la protección de su retaguardia y dejando abandonada la ciudad el 4 de agosto. El 8 de agosto, el ejército de Soult se encontraría con el español, que cubría la retaguardia de Wellesley, en la batalla de Puente del Arzobispo.

Por los méritos de la batalla Wellesley recibiría los títulos de Vizconde de Wellington y Vizconde de Talavera de la Reina. Por su parte, la Junta Central de Defensa concedió a Cuesta la Gran Cruz de Carlos III.
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1 comentario:

Anónimo dijo...

Como participante en la recreación de la batalla conmemorativa del 200 aniversario de la batalla de Talavera, quiero agradecer a los talaveranos la calurosa acogida, el calor que nos brindaron a los participantes y el cariño que nos propiciaron, haciendonos sentir como en casa.
Asimismo quiero resaltar la estupenda organización y la labor que realizaron todos los que se ocuparon de ella, quienes trabajaron de forma incansable para hacer que este evento haya quedado en la memoria de los que participamos en los mismos como uno de los mejores.
Gracias talaveranos.
Para la gente de mi grupo ha sido muy especial ya que Talavera fue una de las últimas batallas en las que participó el Regimiento que recreamos antes de su total desaparición en la batalla de Medellín.
Un miembro del Rgto. Jaén de Infantería de linea.