Tiempo de café y amigos donde un tango de Gardel de filtra en el aire. Desde el rezongo de un viejo bandoneón, donde el latir de un poema evoca la voz de Alfonsina que se quedó adosada a sus paredes como un cuadro antiguo, donde la tarde se desliza inolvidable en un mesa donde hay bienvenidas y despedidas, donde alguien dice: -Che, vení, salgamos, la ciudad esta linda hoy...
Y es el viejo Tortoni de Avenida de Mayo que fue fundado en 1858 por un francés llamado Touan y cuyo nombre fue tomado de un célebre café del Paris de aquellos tiempos.
Fue, es y será el refugio de los bohemios, los poetas, los noctámbulos y los escritores que se reunen ante un pocillo de café para compartir sueños y quimeras. Allí se dieron cita grandes como Josephine Baker que deleitaba a la concurrencia con sus danzas exóticas, Luigi Pirandello con sus discursos de talentoso dramaturgo. Sus peñas fueron y siguen siendo famosas. Allí Roberto Arlt leia sus primeros cuentos que ilustrarían mas tarde la vida porteña en sus "Aguafuertes porteñas".
En la actualidad es visitado por muchos extranjeros ya que ha sido declarado de interés cultural, pero no deja de ser para nosotros los porteños el café donde se comparte la amistad y la mano que se tiende a la necesidad de ser escuchados.
Publicado por Marta Milesi
Buenos Aires, Argentina
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