martes, 2 de febrero de 2010

El adiós a Tomás Eloy Martínez



"Fue uno de los brillantes autores de su generación, que sufrió el silencio de los academicistas de la literatura y la quema de sus obras durante la dictadura militar". Con estas palabras, el historiador argentino Osvaldo Bayer se refirió al periodista y escritor argentino Tomás Eloy Martínez, que falleció anoche. Las palabras del intelectual fueron más allá, al señalar: "tal vez fue el mejor dentro del periodismo situacionista argentino de la década del 60 y primeros años de los 70; siempre manteniendo una línea llamada ’moderada’, lo que le permitió escribir para diarios de centroizquierda y conservadores".

Los principales medios del mundo se hicieron eco de la noticia de su muerte, a causa de un tumor cerebral y de un cáncer contra el que venía batallando hacía varios años.

En España los periódicos El Mundo y El País -en este último se desempeñó como columnista- destacaron en su portada la noticia, mientras que El Universal de Venezuela -país en el que exilió entre 1975 y 1983- también le otorgaron un importante espacio. La noticia sobre su muerte se reprodujo en toda Latinoamérica en medios como Radio Caracol de Colombia y el diario El Mercurio de Chile, además de tabloides y portales de Internet en México, Perú, Paraguay, Ecuador y Uruguay entre otros países.

Tomás Eloy Martínez nació en San Miguel de Tucumán, Argentina, el 16 de julio de 1934. Se graduó como licenciado en Literatura Española y Latinoamericana en la Universidad Nacional de Tucumán y obtuvo en 1970 una Maestría en Literatura en la Universidad de París VII. En Buenos Aires fue crítico de cine del diario La Nación y jefe de redacción del semanario Primera Plana. Entre 1969 y 1970 fue corresponsal de la editorial Abril en Europa, con sede en París, y luego director del semanario Panorama. También dirigió el suplemento cultural del diario La Opinión.

Entre 1975 y 1983 vivió exiliado en Caracas, Venezuela, donde fue editor del Papel Literario del diario El Nacional y asesor de la Dirección de ese mismo diario. Allí fundó El Diario de Caracas, del que fue director de redacción. En 1991 participó en la creación del diario Siglo 21 de Guadalajara, México, que salió durante siete años, hasta diciembre de 1998.

En junio de 1991 creó el suplemento literario Primer Plano del diario Página/12 de Buenos Aires, que dirigió hasta agosto de 1995. Desde mayo de 1996 era columnista permanente del diario La Nación de Buenos Aires y de The New York Times Syndicate, que publicaba sus artículos en doscientos diarios de Europa y las Américas.

Además de su trayectoria periodística y literaria había desarrollado una extensa carrera académica con conferencias y cursos en importantes universidades de Europa, Norteamérica y Sudamérica, así como su vinculación como profesor a la universidad de Maryland. Desde julio de 1995 era profesor distinguido de Rutgers University en Nueva Jersey y director del Programa de Estudios Latinoamericanos de esa universidad. Recibió títulos de doctor honoris causa de la Universidad John F. Kennedy de Buenos Aires y de la Universidad de Tucumán.

Entre sus obras que publicadas figuran el ensayo “Estructuras del cine argentino (1961); la novela “Sagrado” (1969); el relato periodístico “La pasión según Trelew” (1974), cuya tercera edición fue quemada en la plaza del III Cuerpo de Ejército, en Córdoba, por la dictadura militar; los ensayos de crítica literaria “Los testigos de afuera” (1978), y “Retrato del artista enmascarado” (1982); la colección de relatos “Lugar común la muerte” (1979); las novelas “La novela de Perón” (1985) y “La mano del amo” (1991) y, por supuesto, “Santa Evita” (1995), la novela argentina más traducida de todos los tiempos. En 1996, publicó “Las memorias del general”, una crónica sobre los años 70 en Argentina.

Ganó en 2002 el codiciado Premio Internacional Alfaguara de Novela por su novela “El vuelo de la reina”.

Fue también autor de diez guiones para cine, tres de ellos en colaboración con el novelista paraguayo Augusto Roa Bastos, y de varios ensayos incluidos en volúmenes colectivos.

En 2008 se le entregó el Premio Cóndor de Plata a la trayectoria que entrega la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina, la distinción en su tipo más importante del país. El premio fue por su fecunda trayectoria dentro del periodismo y la crítica cinematográfica.

En 2009 resultó premiado con el Ortega y Gasset de Periodismo a la Trayectoria Profesional

“Las ficciones son nuestra forma de rebelión”, resumía Eloy Martinez, contemporáneo a los primeros gobiernos de Juan Domingo Perón, y de quien escribiera en 1985 “La novela de Perón”. “Es una novela donde todo es verdad. Durante diez años reuní documentos, cartas, voces de testigos, páginas de diarios, fotografías, muchas desconocidas. En el exilio reconstruí las memorias que Perón me dictó entre 1966-1972 y las que López Rega me leyó en 1970, explicándome que pertenecían al General aunque él las hubiera escrito. Luego, decidí que las verdades de este libro no admitían otro lenguaje que el de la imaginación. Así fue apareciendo un Perón que nadie había querido ver: no el de la historia, sino el de la intimidad”, contó él mismo.

“La pasión según Trelew” (1974) le provocó, quizás, uno de los primeros cimbronazos en su vida de periodista: fue despedido de la revista Panorama por publicar en tapa los hechos ocurridos en el penal de Rawson en agosto de 1972. El libro fue quemado en la plaza del III Cuerpo de Ejército en Córdoba durante la última dictadura militar y fue incluido como prueba en la causa que investiga la masacre de Trelew. Su pluma mezcló el relato periodístico con la literatura: entre sus libros se destacan, entre otros, la colección de relatos “Lugar común la muerte” (1979) y “La mano del amo” (1991). Su última novela se llamó “Purgatorio” (2008). En ella reflexionó profundamente sobre la muerte.

Publicado por Alberto Peyrano
Buenos Aires, Argentina
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1 comentario:

Kellypocharaquel dijo...

Excelentes actualizaciones.
Cautiva su diseño e informa
magnificamente cada noticia en el mundo.
Aplausos!!!
Abrazos y besos
Kellypocharaquel