Los porteños tienen una pésima costumbre: escuchan sin oír y miran sin ver, porque creo que la mitad más uno de esta hermosa ciudad no conoce las cúpulas y las esculturas que se alzan hacia el cielo.
El esplendor de la construcción que estaba de moda en Europa con estilos arábigos y españoles se hizo visible en los inicios del siglo XIX. Muchas de ellas fueron y siguen siendo protegidas, otras se están cayendo de tan deterioradas o ya las han tirado abajo para armar un estacionamiento, o un shopping, qué más da.
La cúpula mas antigua data del siglo XVIII, la de la iglesia de San Francisco, construida en 1754. Después vinieron las otras, a partir de 1907, como la torre de Rivadavia al 2000 en 1917, la confitería Del Molino, donde se daba cita lo mejor de la sociedad porteña para tomar el té, local que ya no está más, grandes murallas esconden su fachada y tapan la desnudez de sus salones, sólo queda la cúpula que apunta al cielo en un vano intento por no morir del todo.
Dicen que hay mas de 300 en toda la ciudad, entonces seamos inteligentes y mientras caminamos por Avenida de Mayo o Rivadavia tratemos de rescatar lo mejor de quienes nos dejaron para la posteridad una hermosa ciudad.
Publicado por Marta Milesi
Buenos Aires, Argentina
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