sábado, 31 de octubre de 2009

MISTERIOS SIN RESPUESTA: EL MARY CELESTE



El Mary Celeste fue el nombre de un bergantín botado en Nueva Escocia, Canadá, en 1861. Es considerado un buque fantasma, ya que en 1872 fue encontrado en pleno Océano Atlántico, navegando a toda vela y sin tripulación, rumbo a Gibraltar. El novelista inglés Arthur Conan Doyle escribió una historia de ficción, “J. Habakuk Jephson's Statement”, sobre el asunto, historia que levantó gran revuelo en su día, siendo juzgada como verídica por algunos periódicos.

La nave medía 31 metros de eslora y 282 toneladas de peso. Fue construido en 1861 y bautizado con el nombre de Amazon en la Isla Spencer en Nueva Escocia.

Algunos pensaban que el navío tenía mala suerte debido a algunas desventuras. Su primer capitán no alcanzó a dirigir el barco, ya que murió ahogado e igualmente el segundo durante el viaje inaugural. Sin embargo, después de su desafortunado comienzo, el bergantín tuvo varios años sin sobresaltos con sus dueños hasta que en 1867 quedó varado en tierra firme debido a una fuerte tormenta, en la bahía de Glace, Nueva Escocia. Fue rescatado y vendido a un estadounidense, quien realizó modificaciones importantes y lo rebautizó como Mary Celeste en 1869.

La desaparición de la tripulación del Mary Celeste (ocurrida alrededor del 5 de diciembre de1872) constituye aún hoy uno de los misterios marítimos más célebres.

El 5 de noviembre de 1872 zarpó, con el capitán Benjamín S. Briggs al mando, desde el puerto de Nueva York. La tripulación consistía en siete hombres, además de la mujer y la hija de 2 años del capitán. Transportaban 1.701 barriles de alcohol industrial hasta Génova, Italia.

Un mes después, exactamente el 5 de diciembre, hacia las tres de la tarde, la tripulación del Dei Gratia, un barco que navegaba desde Nueva York hasta Gibraltar, avistó el bergantín cerca de las Azores. El capitán de este barco, David Reed Morehouse, conocía a Briggs, por lo que, cuando estuvieron los dos barcos lo suficientemente cerca y leyó el nombre, Morehouse se temió lo peor, ya que de inmediato se dio cuenta de que no había nadie en cubierta. El capitán mandó a algunos de sus hombres al Mary Celeste, para registrarlo y ayudar en lo posible. Al llegar al barco, no encontraron a ninguno de los tripulantes ni a la familia Briggs. La ropa de unos y otros estaba ordenada en sus respectivos cajones; no encontraron el bote salvavidas, el sextante, el cronómetro ni la bitácora. El diario de navegación se encontraba en el cuarto del capitán; la última anotación era del día 24 de noviembre, pero no señalaba nada relevante. Según el diario, el tiempo había estado revuelto, pero ninguna otra circunstancia de gravedad.

Después de esta inspección, la tripulación del Dei Gratia decidió llevar el bergantín hasta Gibraltar, para examinarlo mejor y encontrar una respuesta al misterio. Al llegar a puerto, sometieron al capitán Morehouse a diversos interrogatorios, ya que incluso se especuló que podía haberse puesto de acuerdo con Briggs para simular su desaparición y obtener algún beneficio de las aseguradoras. Al no descubrirse nada significativo, Morehouse, libre de sospechas, recibió una recompensa de alrededor de 8.000 libras esterlinas por el rescate del bajel.

La nave recuperada fue utilizada luego por distintos propietarios.

En la actualidad aún se sigue buscando una explicación para lo ocurrido. La teoría que los jueces declararon oficial, supone que, debido quizá a una fuga de gases del alcohol que se transportaba, el capitán pensó que una explosión o envenenamiento general iban a tener lugar, dando la orden de desalojar el barco inmediatamente.

Hay alguna otra, como la que sugiere que la tripulación se emborrachó con parte de la mercancía a bordo y que, enfurecidos, mataron al capitán Briggs, a su mujer y a su pequeña hija, para después huir en el bote salvavidas. Sin embargo esto resulta difícil de creer, ya que el consumo de alcohol del tipo industrial que portaban es mortal. Además, no se encontraron rastros de un posible motín, aparte de unas manchas rojas en cubierta, que más tarde se comprobaría que no era más que óxido (Otras versiones afirman que sí podía tratarse de sangre, pero posiblemente procedente del pescado que se usaba para cocinar.)

Otras explicaciones son quiméricas, como la que sostiene que toda la tripulación pereció por la acción de alguna monstruosa criatura marina, quizá un calamar gigante (o kraken), o la que cuenta que una banda de piratas capturó pacíficamente a todos los tripulantes. Lo único sabido es que el capitán Briggs, su mujer, su hija Sofía de dos años y los siete marinos restantes, desaparecieron sin dejar rastro en la inmensidad del océano.

A finales de 1884 Gilman C. Parker compró un Mary Celeste viejo y bastante descalabrado, y lo cargó con unas mercancías que aseguró en 30.000 dólares. El barco zarpó para Puerto Príncipe (Haití). Sin embargo, nunca llegó allí. El 3 de enero de 1885 el Mary Celeste encalló en las afiladísimas barreras coralinas del Banco de Rochaelais, en el golfo de Gonave, cerca de la costa de Haití.

Parker presentó una reclamación al seguro pero, por alguna razón, las compañías de seguros sospecharon de él y mandaron investigar. Se descubrió que Parker había cargado el barco con basura -y no con la valiosa mercancía que había asegurado- y deliberadamente hizo encallar al Mary Celeste, descargó la parte de la mercancía que podía vender, y luego incendió el barco.

Parker fue acusado de fraude y negligencia criminal. En aquellos tiempos, éste era un crimen punible con la muerte. El caso se llevó a una corte federal de Boston, pero se le dio carpetazo debido a una cuestión legal técnica. Gilman C. Parker, un viejo y canoso lobo de mar -que según todas las evidencias, era culpable de todos los crímenes marítimos excepto de piratería-, y sus cómplices salieron de la corte como hombres libres, libres de las penas de un tribunal de justicia, aunque, como se comprobó después, no del maleficio del Mary Celeste.

Al poco tiempo, Parker se arruinó y murió pobre y desacreditado. Uno de los cómplices de su conspiración se volvió loco y fue trasladado a un hospital psiquiátrico, donde murió al cabo de un tiempo. Otro se suicidó. Al final, el maleficio del Mary Celeste había vencido, tras haber destrozado numerosas vidas.

El 9 de agosto de 2001, una expedición encabezada por Clive Cussler (Representante de la NUMA, Agencia Nacional Marina y Submarina) y el productor canadiense John Davis anunciaron que habían hallado los restos del navío en la isla de Gonave, Haití. El arqueólogo James P. Delgado identificó los restos como los del Mary Celeste.

Fuentes: Wikipedia: http://es.wikipedia.org/
Mundo Paranormal http://www.mundoparanormal.com/

Publicado por DJ
Buenos Aires, Argentina
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1 comentario:

Gustavo Tisocco dijo...

Qué buen artículo, me encanta todo lo que tenga que ver con misterio.
Saludos, Gus.