sábado, 25 de junio de 2011

El anillo del galeón

Un anillo de oro con una esmeralda valorado en (353.022 euros) 500.000 dólares, que formaba parte del tesoro del galeón español del siglo XVII Nuestra Señora de Atocha, fue hallado en los cayos de Florida, en el extremo sur de Florida, informó el Museo Marítimo Mel Fisher en su página de internet. La valiosa joya fue hallada el jueves a unos 9 metros de profundidad por un equipo de exploración submarina perteneciente al Museo Marítimo Mel Fisher, en Cayo Hueso, que continúa buscando restos del galeón español que naufragó en las costas de ese estado cargado de oro y plata en 1622.

El anillo con iniciales grabadas proviene del Atocha, que se hundió cerca de Cayo Hueso como consecuencia de un huracán mientras intentaba regresar a España. Gran parte del tesoro, compuesto por más de cien mil monedas de plata españolas y valorado en 450 millones de dólares, fue descubierto en 1985 por el cazatesoros Mel Fisher, quien murió en 1998, a la edad de 76 años.

Los descendientes de Fisher, que poseen los derechos del barco naufragado, siguen buscando el resto del tesoro del Atocha. "El tesoro hallado del Atocha, de más de cuarenta toneladas de plata y oro", se compone de monedas denominadas "piezas de ocho", esmeraldas, cadenas de oro, objetos preciosos y lingotes de plata, según la página de Tesoros del Mel Fisher.

Se estima que unos 400 lingotes de plata y más de 100.000 monedas podrían permanecer todavía en el fondo marino. Una parte de las monedas originales de oro y plata, con el cuño del Rey de España, se venden en la tienda que tienen los Fisher al lado del museo.
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El adiós a Peter Falk

Se despedía del culpable, que respiraba aliviado, se alejaba de la cámara, y en el último momento soltaba aquello de "Solo una cosa más...". Y ahí todos los televidentes sabíamos que el caso estaba resuelto, y que el teniente Colombo -en su versión original, Columbo- había vuelto a triunfar.

El jueves Peter Falk, el actor que daba vida al mítico detective, el íntimo amigo de John Cassavetes, el abuelo de "La princesa prometida", falleció en su casa de Beverly Hills a los 83 años. Aunque sufría de Alzheimer, en el anuncio realizado por un amigo de la familia no se han especificado las causas de la muerte. Por cierto, Solo una cosa más se convirtió en el título de sus memorias en 2006.

Falk ha sido algo más de un policía con gabardina grasienta -por cierto, era suya-, un Peugeot 403 del 59 y una esposa de la que hablaba a menudo, pero que nunca vimos en la pantalla. Falk fue algo más que Colombo o Columbo. Que mucha gente sólo recuerde su protagonismo en la serie de televisión, no debería hacer olvidar que este neoyorquino logró dos candidaturas a los Oscars o que trabajó en algunos de las mejores películas de John Cassavetes.

Perteneciente a una familia con raíces polacas, húngaras y checas, Falk nació en 1927 en Nueva York. A los tres años tuvieron que extraerle su ojo derecho por culpa de un cáncer y usó de por vida uno de cristal. Aún así, apasionado de los deportes, compitió en atletismo, béisbol y baloncesto, y aunque participó en las típicas funciones escolares, cuando acabó el instituto intentó alistarse en la Armada en 1945.

Rechazado por su ojo de cristal, acabó de cocinero en la marina mercante. Después de año y medio enrolado, se cansó del agua, volvió a estudiar en EE UU, antes de viajar por Europa seis meses. "No sabía qué hacer con mi vida", comentó en su autobiografía. En 1952 retornó a los estudios en la Universidad de Siracusa, donde se graduó en Administración Pública. Intentó entrar en la CIA, donde no le aceptaron por haber pertenecido a un sindicato en su período en la marina, y empezó a dedicarse al teatro en una compañía de actores aficionados, y a estudiar en las clases de Eva Le Gallienne.

Le Gallienne fue la primera que se dio cuenta de su talento, intercedió por él ante un par de agentes y le empujó a que dejara su trabajo de contable en Hartford (Connecticut): Falk se mudó a probar suerte en Nueva York en 1956.

En el teatro, Falk prontó logró una gran reputación, y a pesar de que un agente le dijo que no intentara probar suerte en el cine o en la televisión por su ojo de cristal, y que Harry Cohn, el mandamás de Columbia, rechazara contratarle diciendo "Por el mismo precio, tengo un actor con dos ojos", Falk ya fue candidato al Oscar en 1960 por su interpretación del gánster Abe Reles en "El sindicato del crimen".

Ese mismo año también compitió por el Emmy por la serie "The law and Mr. Jones", convirtiéndose en el primer actor seleccionado una misma temporada en ambos premios. En 1961 repitió la jugada: candidato al Oscar por "Un ganster para un milagro" (la última película de Frank Capra, que dijo que en aquel rodaje solo le alegró la vida a Falk) y al Emmy, que ganó, por su aparición en "The price of tomatoes", de la serie "The Dick Powell show".

Durante los años sesenta, Falk no dejó de trabajar en la televisión y el cine, en películas como "La carrera del siglo", "El mundo está loco, loco, loco" o "La batalla de Anzio". En 1969 actuó junto a John Cassavetes en "Las Vegas 1970" y cuando éste dirigió "Maridos", llamó a Falk para que trabajara a sus órdenes.

La amistad y la colaboración Cassavetes-Falk volvería a repetirse, con éxito en "Una mujer bajo la influencia" (donde Falk forma pareja prodigiosa con Gena Rowlands), "Mikey y Nicky" (actuaron juntos dirigidos por Elaine May), "Opening night", "Un hombre en apuros" y en "Columbo: Étude in black".

En 1971 Falk aceptó la oferta para encarnar a un detective dicharachero, que ya había aparecido como personaje en series precedentes. Aunque la serie como tal duró hasta 1978, Columbo resucitó en diversos telefilmes de 1989 a 2003. Por cierto, el primer episodio de Columbo lo dirigió un joven de 25 años llamado Steven Spielberg. "Tuvimos suerte. Yo ya avisé a los productores que aquel chico era demasiado bueno para estar haciendo Columbo".

Gracias al policía, Falk fue candidato 10 veces más a los Emmy (ganó cuatro con Columbo), y a nueve Globos de Oro (sólo obtuvo uno). En cambio, por sus fascinantes trabajos con Cassavetes no recibió ningún reconocimiento.

Hasta 2004, cuando dobló a uno de los peces de "El espantatiburones", no dejó de trabajar constantemente en filmes como "Un cadáver a los postres" (1976), "Los suegros" (1979), "Chicas con gancho" (1987), en su estupenda doble colaboración con Wim Wenders ("El cielo sobre Berlín" y "¡Tan lejos, tan cerca!"), y sobre todo, como el abuelo que narraba a su nieto (Fred Savage) las aventuras de "La princesa prometida". En uno de los mejores diálogos de un título mítico lleno de grandes diálogos, se oía esta conversación: "Abuelo, ya se están besando otra vez", se quejaba el niño. Y él respondía: "Algún día eso no te importará demasiado".

Con su primera esposa, Alyce Mayo, con quien estuvo casado de 1960 a 1976, adoptó dos niñas: Catherine (que acabaría siendo detective privada) y Jackie. Volvió a casarse em 1977, con la actriz Shera Danese, a quien había conocido en el plató de Columbo.

En junio de 2009 el intérprete estadounidense quedó bajo la custodia de Danese después de que un juez de Los Ángeles le declarara incapacitado por demencia senil como sentencia a una batalla legal de seis meses entre Danese y Catherine, que aseguraba que no le dejaban ver a su padre... aunque sobre su declaración siempre estuvo la sombra de la sospecha: Catherine ya había demandado a su padre en 1992 por no pagarle la Universidad. En aquella audiencia, uno de los médicos de Falk confirmó que el intérprete neoyorquino padecía demencia avanzada y que había empezado a mostrar señales de demencia senil en 2005.

En ese año, antes del avance del Alzheimer, a Falk lo homenajearon en su pequeño pueblo natal, Ossining (Nueva York). Para descubrir la placa que daba su nombre a una calle, Falk tuvo que quitar la prenda que cubría la señal. Y no usaron la típica sábana, sino un impermeable como el que él usaba en la serie.

En su web personal aún se pueden ver ejemplos de su gran pasión: la pintura.
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viernes, 24 de junio de 2011

Paola Cohen, del Puente a la Abadía

El Puente de Town House Soho, galería inserta en uno de los edificios más sofisticados y modernos de Palermo, recibió a la artista plástica y diseñadora Paola Cohen, con su muestra titulada “Abadía”.

Grata fue la sorpresa al encontrarnos con esta nueva expresión de la conocida artista, en la cual, con sus trazos, abre caminos entre el mundo interno y externo, estableciendo un juego entre lo privado y lo público. “Así, una senda nos lleva desde espacios absolutamente íntimos hacia arquitecturas que afirman lo público, desovillando un hilo que teje de onírico la atmósfera creada.”, afirmó la crítica Kekena Corvalán.

Las abadías, los laberintos y las abstracciones de Paola Cohen se lucen en El Puente de Town House Soho; las torres se reflejan en los vidrios que conectan invisiblemente interior y exterior. El arte es el nexo que une, que dice, que deslumbra y vislumbra con pinceladas y silencios.


Cohen, recibiendo la grata visita del cantante Ricardo Lister y el matrimonio Margules



Una pequeña muestra del arte de Paola Cohen



Paola Cohen, junto a su esposo Claudio Margules


La muestra estará abierta hasta el viernes 22 de julio de 9 a 20 horas, y se ingresará con previa autorización de TH Soho.

Town House Soho
Thames 2151 (barrio de Palermo)
Buenos Aires, Argentina

miércoles, 22 de junio de 2011

Entre Elixires, Mandalas y Reiki

En la hermosa tarde del 20 de junio, Lucrecia Catanzano presentó los “Elixires Áuricos de Sanación”, su libro de mandalas “Al-Kimia” y su nueva técnica de “Reiki Inlakesh”.



El evento tuvo lugar en el Salón del Parque de las Naciones Vinelli, de la localidad de Guernica (Pcia.de Buenos Aires).


Los Elixires Áuricos de Sanación fueron logrados a través de una conjunción de flores, minerales, aromaterapia, agua y luz de sol.. Tienen como objetivo armonizar la vida psíquica y estimular la vitalidad. La serie producida se compone de tres partes. La primera está destinada al Hombre, la Mujer y el Niño (éste último con tres esencias diferentes). Luego sigue una combinación para purificación y sellado áurico, y por último un limpiador, armonizador y activador de los chakras.


El libro “Al-Kimia” está compuesto por una serie de mandalas diseñados por la misma autora, tienen como base el diseño de la mariposa, símbolo de transformación. Aclaremos que el mandala es un diseño por lo general circular, teniendo como objetivo la concentración del sujeto en su centro para ir logrando, paulatinamente, la iluminación y la transformación personal. Cada mandala se corresponde a la vez con una gema y una runa, facilitando con ello ejercicios destinados a alcanzar la alquimia interior.


El “Reiki Inlakesh” es una nueva técnica de esta disciplina, cuyo objetivo es la integración del ser con los demás. Su nombre en sánscrito significa “Yo soy tú y tú eres yo”, por lo cual el propósito perseguido es que todos seamos uno para sentirnos participantes y a la vez elementos necesarios, únicos e irrepetibles de la Creación.


Los productos fueron presentados en un grato clima donde la espiritualidad de los presentes se elevó a través de mantrans entonados por Lucrecia y coreados por el público. También se hizo presente la danza, esta vez en profundo color azul, dedicada al Arcángel Miguel. La reunión terminó con un emotivo brindis para el cual se sirvió un delicioso vino acompañado de sandwichitos. Emociones, abrazos y emotivos reencuentros fueron el broche de oro de la tarde.
Desde esta columna, auguramos para Lucrecia Catanzano el mayor de los éxitos con este noble y luminoso emprendimiento.


© Alberto Peyrano .


lunes, 20 de junio de 2011

Belgrano y la Bandera Argentina

Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano (1770 – 1820) fue un intelectual, economista, periodista, político, abogado y militar de las Provincias Unidas del Río de la Plata, actual Argentina. Participó de la Revolución de Mayo y de la Guerra de Independencia de la Argentina, y es el creador de la Bandera de Argentina.

Belgrano fue un destacado representante de la población criolla de Buenos Aires, y uno de los principales impulsores de la emancipación del país que luego se llamaría Argentina, respecto a España. Para ello en un principio promovió las aspiraciones de Carlota Joaquina en la región, aunque sin éxito. Junto a otros patriotas impulsó la destitución del virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros, lo cual produjo la Revolución de Mayo; Belgrano integró la Primera Junta que dirigió el gobierno desde entonces. Se le encargó la dirección del Ejército del Norte, y aunque fue derrotado por las fuerzas realistas, sentó las bases de la declaración de independencia paraguaya de 1811. En 1812 creó la bandera de Argentina en las cercanías de la ciudad de Rosario, y dirigió el éxodo jujeño, tras lo cual se impuso a los españoles en las batallas de Tucumán y Salta. Tuvo gran influencia en el Congreso de Tucumán y propuso la idea de establecer una monarquía constitucional dirigida por un noble Inca, pero no logró apoyo.

La educación fue una de sus principales preocupaciones: para ello elaboró durante su estadía en España un plan de acción con avanzadas ideas sobre la misma.

Fue nombrado jefe del regimiento de Patricios en reemplazo de Saavedra, que había sido condenado a destierro. Pero el Regimiento se negó a aceptarlo como su jefe, y se amotinó, en el llamado Motín de las Trenzas, que fue sangrientamente reprimido. Para recomponer la disciplina, fue enviado a Rosario a vigilar el Río Paraná contra avances de los realistas de Montevideo.

Allí, en Rosario, a las orillas del Paraná, enarboló por primera vez la bandera argentina el 27 de febrero de 1812 , creada por él con los colores de la escarapela. Lo hizo ante las baterías de artillería que denominó "Libertad" e "Independencia", donde hoy se ubica el Monumento Histórico Nacional a la Bandera. Inicialmente, la bandera era un distintivo para su división del ejército, pero luego la adoptó como un símbolo de independencia. Esta actitud le costó su primer enfrentamiento abierto con el gobierno centralista de Buenos Aires, personificado en la figura del ministro Bernardino Rivadavia, de posturas netamente europeizantes. El Triunvirato reaccionó alarmado: la situación militar podría obligar a declarar una vez más la soberanía del rey de España, de modo que Rivadavia le ordenó destruir la bandera. Sin embargo, Belgrano la guardó y decidió que la impondría después de alguna victoria que levantara los ánimos del ejército y del Triunvirato.

En cuanto a su elección de los colores de la bandera nacional argentina, tradicionalmente se ha dicho que se inspiró en los colores del cielo; esta versión es sin dudas válida aunque no excluyente de otras. Sin embargo, es muy probable que haya elegido los colores de la dinastía borbónica (el azul-celeste y el plata o blanco) como una solución de compromiso: en sus momentos iniciales las Provincias Unidas del Río de la Plata, para evitar el estatus de rebelde declararon que rechazaban la ocupación realista, aunque mantenían aún fidelidad a los Borbones. Por otra parte, Belgrano parece haber sido devoto de la Virgen de Luján, y otras advocaciones de la Virgen (de Chaguaya, de Itatí, del Valle, de Cotoca, y de Caacupé), cuyos ropajes tradicionalmente son o han sido albicelestes; en rigor ninguna de las teorías se contradice ya que los colores del cielo representan al manto de la Inmaculada Concepción de La Virgen cuyos colores fueron elegidos por la dinastía borbónica para su presea más importante entonces otorgada: la Orden de Carlos III, de esta presea o condecoración surgió luego durante las Invasiones Inglesas la escarapela y penacho del Regimiento de Patricios.

Belgrano murió en la pobreza, a pesar de que su familia había sido una de las más acaudaladas del Río de La Plata antes de que el prócer se comprometiera con la causa de la independencia. En medio de la crisis que se abatía sobre la provincia de Buenos Aires, su fallecimiento pasó prácticamente inadvertido. El único periodista que prestó debida atención a ese hecho fue el fraile franciscano Castañeda.

Cumpliendo con su última voluntad, su cadáver fue amortajado con el hábito de los dominicos (pues era costumbre entre los terciarios dominicos, de los que formaba parte) y fue trasladado desde la casa paterna en la que murió (actual avenida Belgrano, nº 430) al Convento de Santo Domingo, recibiendo sepultura en un atrio. El mármol de una cómoda de su casa sirvió de lápida para identificarlo.

En el año 1938 por primera vez se celebró el Día de la Bandera en Argentina, eligiéndose el 20 de junio, día de la fecha de su fallecimiento.


Monumento Nacional a la Bandera (Rosario, S.Fe)

domingo, 19 de junio de 2011

¡LO QUE SE REGALA NO SE DEVUELVE!



Es increíble pero real, y una más de las cosas insólitas que suceden en Argentina.


El delantero Martín Palermo tendrá que devolver el arco que le obsequió la dirigencia de Boca, al menos transitoriamente, ya que debe utilizarse para el desempate que Huracán y Gimnasia protagonizarán en el estadio la Bombonera en pocos días más.


Así lo confirmó el vicepresidente segundo de Boca, Juan Carlos Crespi, quien aseguró en declaraciones radiales que es necesario "colocar de nuevo" el arco en cuestión.


Tras el partido del domingo pasado ante Banfield, el último que jugó Palermo en la Bombonera, le regalaron al goleador el arco ubicado sobre la cabecera que da a Casa Amarilla. Sin embargo, el atacante tendrá que restituirlo temporariamente para que lo usen en el desempate programado para el miércoles venidero.


Cuando se lo regalaron, el Titán aseguró que no sabía dónde lo iba a ubicar. Sin embargo, cuando el máximo goleador de la historia xeneize ya había resuelto el destino de su particular regalo -en la escuela de su hermano Gabriel-, ahora deberá devolverlo para que Gimnasia y Huracán resuelvan quien desciende y quien va a la promoción.

Ahora más que nunca la hinchada tripera rezará para que el arco de uno de sus archirrivales más contemporáneos le traiga suerte.

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Del árbol caído...






En épocas de Facebook y Twitter, las tradicionales cargadas con afiches llegaron en formato virtual. River Plate deberá jugar la Promoción para intentar conservar la categoría, y las redes sociales se inundaron de burlas e imágenes (ingeniosas algunas, simplemente agresivas otras) dirigidas al mal momento del Millonario.

"Después de «Yo te ví último» y «Yo te ví en promo» llega la nueva remera: «Yo no te ví más»", se ríen desde los portales de Boca, seguramente los que más disfrutan de esta desgracia ajena. Los afiches virtuales apuntan a la marca que auspicia las camisetas de la B Nacional, relacionan el Día de la Bandera con Belgrano (el rival de River en la Promoción) y también hacen juegos de palabras con el Día del Padre.

Son parte del color que rodea al fútbol, donde siempre hay uno que celebra y otro que sufre. Esta vez le tocó a River recibir las cargadas. Y, mientras sea sin violencia, sean bienvenidos los afiches. Lo bueno es que, más tarde o más temprano, el fútbol siempre da revancha, aunque los hinchas de Boca crean que falta mucho para eso.

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